Hace unos meses descubrí, de madrugada, en La 2 una serie extravagante y divertida, tan extraña como cautivadora. Su título Pushing daisies, Criando malvas en español, una comedia dramática que mezcla amor, historias detectivescas y fantasía ya que su protagonista tiene el extraño don de devolver la vida a los muertos cuando los toca con su dedo. Una serie original de la cadena estadounidense ABC, con tan sólo dos temporadas y veintidós episodios, creada por Bryan Fuller (Tan muertos como yo, Héroes, Hannibal) que en España se pudo ver en Canal+ y en abierto en La 2. La serie recibió tres nominaciones a los Globos de Oro en 2007, el año siguiente ganó tres premios Emmy (mejor dirección, música y montaje) de un total de nueve nominaciones y en 2009 ganó cuatro premios Emmy, mejor dirección artística, maquillaje, vestuario y actriz secundaria para Kristin Chenoweth.
La historia está contada por un narrador que nos relata la vida de Ned, un joven pastelero que tiene la habilidad de devolver la vida a los muertos con sólo tocarlos, pero su don tiene algunos inconvenientes, no puede tocar a una persona resucitada por segunda vez, pues entonces morirá para siempre y si revive a alguien durante más de un minuto, una persona cercana morirá en una especie de compensación cósmica. Ned es muy cuidadoso con su don pues de niño aprendió, de la peor manera, los condicionantes de su habilidad cuando por devolver la vida a su madre, murió el padre de Chuck, la chica que le gustaba. Finalmente ambos se quedaron sin padres, Ned terminó creciendo en un internado y Chuck viviendo con sus excéntricas tías.
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Kinefilia 