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…Y nada más que la verdad (El drama judicial en el cine)

13 abril 2009

Un juicio, en el sentido jurídico, es un proceso contra una o varias personas sospechosas de haber cometido un delito en el cual se deliberará si hay pruebas suficientes para considerar si son culpables o no de lo que se les acusa.

Para que tenga lugar un juicio debe existir una polémica o disputa entre varias partes. El juicio puede ser penal o civil, dependiendo de quiénes sean las partes. Si la controversia es entre partes privadas, estaremos ante un juicio civil; si es el Estado quien actúa sobre una persona acusada de un delito, se tratará de un juicio penal. En un juicio civil, las partes son dos: demandante y demandada. El demandante es el que supuestamente ha sido perjudicado con los actos de la otra parte, la demandada. Ha de haber una demanda -previa denuncia- que se pondrá en conocimiento del tribunal de justicia. De esta forma, comienza el juicio, cuyo fin es dar solución a la controversia entre las partes.

Cuando un juicio se celebra ante un grupo de ciudadanos elegidos para tal fin, se denomina juicio con jurado,  si es ante uno o un grupo de jueces, se denomina juicio con tribunal. Cada país tiene unas leyes diferentes y un modo diferentes de juzgar -con o sin jurado-. Algunos países, como España, tienen ambas modalidades dependiendo del tipo de delito que se esté enjuiciando. También es diferente el número de miembros que componen el jurado así como el tipo de resolución. De esta forma, en países como Estados Unidos, los miembros deben ser unánimes en su veredicto -actualmente, existe una modificación para evitar un juicio colgado, esto es, sin unanimidad, y con un resultado 11-1, el veredicto es el de la mayoría-. En cambio, en otros, como España, basta con mayoría. El jurado es elegido entre los ciudadanos del lugar donde se celebra el juicio. El veredicto que den debe ser imparcial y racional en vista de las pruebas que se presenten en el juicio. El jurado debe seguir las instrucciones del juez y, después, retirarse a deliberar aislados hasta que lleguen a un veredicto, que será de inocencia o culpabilidad. La pena la impondrá el juez. Previo al juicio, habrá un proceso de selección del jurado. Cualquier ciudadano puede ser elegido como miembro, excepto por algún motivo que los hace exentos. Una vez elegidos, defensor y acusador los entrevistarán y podrán impugnar a alguno de ellos si consideran que no son imparciales de antemano, por conocimiento o familiaridad con alguna de las partes, por prejuicios, o algún otro aspecto.

El juicio penal consiste en un debate oral entre las partes ante el tribunal y el jurado, acompañado de pruebas físicas que corroboren los hechos que se están juzgando. Las dos partes, acusador y defensor actuarán en igualdad de oportunidades. La defensa tiene el derecho -y la obligación- de poner en manos de su defendido todas las pruebas que sea capaz de recabar para lograr su absolución – o el más beneficioso veredicto, en caso de no ser posible la absolución-. En todos los países democráticos de derecho, todo acusado tiene derecho a una defensa -el Estado la proporciona en caso de que el acusado no pueda costeársela-.

A lo largo del juicio, defensor y acusador, por turnos, irán presentando testigos a los que ambos harán preguntas pertinentes con el tema tratado -e caso de no serlo, la otra parte podrá protestar y el juez determinará si ha lugar o no. Cuando acaben las preguntas a todos los testigos, el jurado se retirará a deliberar y, tras llegar a una conclusión, volverán a la sala y leerán el veredicto. El juez dictará sentencia, y comunicará la posibilidad de apelar a una instancia superior.

LA HERENCIA DEL VIENTO

Recibimiento del pueblo

Recibimiento del pueblo

Basada en hechos reales, esta película cuenta el juicio al que es sometido un profesor de Biología que enseña a sus alumnos la Teoría de la Evolución de Darwin, según la cual, el hombre, junto al resto de seres vivos evolucionó a partir de seres inferiores que, mediante sucesivas evoluciones por mutación, dio lugar a todas las especies que poblaron La Tierra. El maestro Bertram Cates incumplió la ley que prohibía tales enseñanzas. En los colegios públicos había que enseñar la teoría del Creacionismo, que sigue fiel y literalmente la Biblia. El mundo fue hecho en seis días y el hombre fue puesto en La Tierra por Dios, tal como es hoy día, sin haber sufrido ninguna mutación. Además, la edad de La Tierra es de 6000 años.

La película narra el juicio exclusivamente, empieza y termina con él. Es la lucha de dos poderosos abogados, en la defensa y en la acusación. Ésta la lleva a cabo un fanático religioso que pierde la calma con facilidad y cuyos únicos argumentos son recurrir constantemente a la Biblia sin discutir nada de ella, ni siquiera lo que no parece tener sentido. Dios puede hacer cualquier cosa, esa es su respuesta cuando el abogado le hace ver incoherencias. Por ejemplo, no sabe decir de dónde salió la mujer que se casó con Caín, puesto que Eva jamás tuvo hijas. La encarna con maestría el gran actor Fredric March. La defensa se la reservan a un maduro Spencer Tracy en una de sus mejores puestas en escena. Espléndida lucha de titanes, la religión o la ciencia. ¿Quién ganará? Muy buena también la actuación de Gene Kelly, en el papel de un periodista que cubre el juicio, cuyo periódico ha proporcionado tan magnífico abogado al profesor. Todo está en su contra, unas fanáticas leyes, un fanático pueblo sureño, muy bien ambientado, son la prueba viviente de que quizás la evolución no ha afectado a todos los humanos. Recién llegado al pueblo, el periodista, tras ser insultado, es abordado por una mujer que le dice: «Usted es forastero, ¿busca un lugar cálido y limpio para alojarse?«, a lo que él responde: «Estaba alojado en un lugar cálido y limpio y lo dejé para venir aquí.»  Tienes la sensación de que el maestro está juzgado de antemano. Al fin y al cabo, es culpable de infringir la ley. Lo que parece juzgarse, más bien, es lo inapropiada que es dicha ley.

Quien siembra viento, heredará tempestades

Quien siembra viento, heredará tempestades

Dirección: Stanley Kramer.

Intérpretes: Spencer Tracy, Fredric March, Gene Kelly y Dick York.

Título original: Inherit the wind

Año: 1960.

Oscar: 4 nominaciones.

MATAR A UN RUISEÑOR

Atticus Finch durante el juicio

Atticus Finch durante el juicio

En un pueblo sureño, un hombre negro es acusado de violar a una chica blanca. Lo mismo que en la película anterior, el hombre parece estar juzgado de antemano. Ambientada en los años de la Gran Depresión, nos narra la historia a través de dos niños. El odio, el racismo, la tensión en este pequeño pueblo que se ve sacudido por la noticia de que un negro ha violado a una chica blanca. Desde el primer momento, es evidente que el hombre es inocente, pero no se lo van a poner tan fácil, un negro no puede, ni siquiera, respirar el aire que respira un blanco. Ningún abogado se haría cargo de tal suicidio. Bueno, uno sí, Atticus Finch, encarnado por un excelente Gregory Peck, quizás en la mejor interpretación de toda su carrera que le valió un Oscar -competía por la estatuilla Jack Lemmon con la película Días de vino y rosas, creo que con esto está todo dicho-. El padre, marido, abogado, amigo, hijo que todo el mundo quisiera tener. Atticus es un hombre tranquilo, suele aparecer sentado en el porche de su casa, en una mecedora, al final del día mientras oye, por la ventana, a sus hijos que se van durmiendo en sus camas. Todo en esa casa es amor y paz en un pueblo que parece un polvorín.

La interpretación de los niños es soberbia, incluso aunque no hubiera sido su primera incursión en el mundo del cine, como es en los dos casos. Parece que se hubieran desenvuelto en ese mundo desde su nacimiento. El juicio ocupa gran parte de la película, aunque también nos describe detalladamente la vida del pueblo y las relaciones entre todos los vecinos. Gran trasfondo político y social, dura crítica a una forma de vida que parece destinada a desaparecer. Todo sería más fácil si hubiera más Atticus Finch.

Atticus con su hija Scout

Atticus con su hija Scout

Dirección: Robert Mulligan.

Intérpretes: Gregory Peck, Robert Duvall  y los niños Mary Badham y Phillip Alford.

Título original: To kill a mockingbird.

Año: 1962.

Oscar: 3 Premios. Gregory Peck (mejor actor), guión adaptado y dirección artística.

ANATOMÍA DE UN ASESINATO

Abogado y fiscal durante el juicio

Abogado y fiscal durante el juicio

Drama judicial en el que se entremezclan intriga, drama y comedia. Protagonizada por James Stewart y acompañado por magníficos secundarios, narra la historia de un hombre que asesina a otro a disparos –«Murió de un claro envenenamiento de plomo» por haber violado a su mujer, encarnados por Ben Gazzara y Lee Remick -el asesino y su esposa-. Ésta contrata los servicios de un abogado, interpretado por Stewart, al que ayuda un viejo amigo, abogado alcohólico, que se encuentra apartado del trabajo, un poco consumido, pero que revive con este nuevo caso. Intriga y celos, para un suceso que no está demasiado claro. Lee Remick interpreta a una frívola mujer a la que le gusta demasiado coquetear con los hombres en los bares, mientras su marido se queda en casa. La tarea de demostrar que fue una violación y no una relación consentida seguida de un asesinato, por los celos del marido, no parece fácil, ni siquiera para este magnífico abogado. Película amable, con buenas dosis de comedia. Desgrana el proceso de la investigación, en la que el viejo abogado hace también las veces de detective.

El papel de James Stewart está en la línea a la que nos tiene acostumbrados. Hombre tranquilo que no pierde jamás la calma, a pesar de la poca colaboración de la mujer del acusado, que parezca querer que lo condenen. Consigue transformarla durante el juicio en una perfecta esposa, muy lejos de la frivolidad que la caracteriza. «Como abogado he aprendido que la gente no es buena o mala sino ambas cosas». El abogado quiere introducir constantemente  elementos no procedentes, el acusador protesta. El juez dice al jurado que no debe tener en cuenta lo dicho. El propio acusado le pregunta a su abogado que cómo puede el jurado no tener en cuenta lo que ha oído, a lo que éste sencillamente responde: «No puede». Muy divertida la escena en que aparecen como prueba unas bragas. El juez pide que todo el mundo se ría, pero por última vez.

Jonh D. Voelker fue juez del Tribunal Supremo de Michigan. Voelker escribió una novela  titulada «Anatomía de un asesinato», inspirada en un crimen ocurrido en 1952 en Michigan. La novela fue rechazada en varias ocasiones y finalmente se publicó bajo el pseudónimo de Robert Travers. Tuvo un gran éxito y Otto Preminger la adaptó a la pantalla, con tan magnífico resultado. Las casi tres horas de película se hacen cortas.

Sorpresa final, no hay que perdérsela.

La "famosas" bragas

La «famosas» bragas

Dirección: Otto Preminger.

Intérpretes: James Stewart, Lee Remick, Ben Gazzara y Arthur O’Connell.

Título original: Anatomy of a murder.

Año: 1959.

Oscar: 7 nominaciones.

¿VENCEDORES O VENCIDOS?

Los cuatro jueces enjuiciados

Los cuatro juristas enjuiciados

Película basada en los verdaderos juicios de Nuremberg. Se trata de un juicio a la justicia nazi. Son los propios magistrados y responsables de la justicia alemana los que ocupan el banquillo de los acusados. Tras la victoria de los aliados, hubo sucesivos juicios a los componentes del aparato nazi. Militares, médicos; también les llegó el momento a los jueces.

El magistrado estadounidense Dan Haywood, interpretado por Spencer Tracy, es el encargado de juzgar a cuatro juristas por su implicación en las políticas de esterilización y eugenesia durante el Tercer Reich. Se sucede la presencia de testigos y víctimas de tales procedimientos.  Judy Garland encarna el papel de una mujer aria cuyo marido, judío, fue condenado a muerte por tener relaciones con una mujer no judía. Montgomery Clift da vida a un hombre esterilizado tras ser declarado retrasado mental. Tracy comparte protagonismo con Burt Lancaster, que interpreta a uno de los jueces, que reconoce haber hecho todo de lo que se le acusa. No intenta negarlo, como hace el resto, sino que lo reconoce y dice que lo hizo de acuerdo con las leyes vigentes. Pero termina desplomándose y reconociendo su culpa, la culpa de todos que, estando en una situación de poder, no evitaron la masacre.

No es una película de buenos y malos, como cabría esperar. Los buenos no fueron a Alemania a enjuiciar y destruir al enemigo, casi al contrario, la consigna es no ser demasiado duros, no dejar una imagen deplorable ante los alemanes. Hay que cerrar el caso cuanto antes y exculpar a todos los alemanes que, conocedores de los hechos, no hicieron nada por oponerse a la barbarie nazi. Parecen aceptar la excusa de «yo no sabía nada», ¿no sabían que a diario miles de judíos desaparecían de sus casas, sus pueblos para no volver jamás? El gobierno había desensibilizado a la población: «Los judíos no son personas«.

Defensor alemás y acusador estadounidense

Acusador estadounidense y defensor alemán

Dirección: Stanley Kramer.

Intérpretes: Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Judy Garland, Montgomery Clift, Maximiliam Schell y Marlene Dietrich.

Título original: Judgment at Nuremberg.

Año: 1961.

Oscar: 2 premios. Maximiliam Schell (mejor actor) y guión adaptado.

DOCE HOMBRES SIN PIEDAD

Parece ser solo ante el peligro

Parece ser solo ante el peligro

Excelente película que cuenta con magníficos actores. Nos presenta un enfoque diferente a otras películas sobre juicios. No hay ninguna escena de éste, salvo la primera en la que el juez les explica que deben retirarse a deliberar y volver cuando tengan el veredicto. A partir de ese momento, la cámara no sale de la sala de deliberación – ni siquiera hay un flashback del juicio ni de escenas anteriores- y la película desgrana cómo los jurados van tomando decisiones.  Tras ver esta película pides a todos los dioses que existan que no tengas nunca que poner tu destino en manos de un jurado. Gente llena de prejuicios, la mayoría había decidido el veredicto desde el primer momento, nada más ver al acusado, antes de que empezara el juicio, otros tienen demasiada prisa y quieren acabar rápidamente -uno tiene entradas para el partido de esa noche, otro tiene gripe y quiere irse a casa-, no dan una oportunidad al debate. Además hace demasiado calor y no funciona el aire acondicionado, lo que añade más angustia y ganas de abandonar la sala. La escena es claustrofóbica. Sólo hay un hombre sensato que, sin tener una idea clara de su inocencia o culpabilidad, decide votar por su inocencia, sólo para que no vaya a la silla eléctrica sin debatir previamente. Así que, si tiene que juzgarte un jurado, al menos, que esté entre ellos Henry Fonda.

Los personajes son excesivamente estereotipados, pero describen bastante acertadamente al común de los ciudadanos. La mayoría de nosotros no sabemos de leyes, de dudas razonables, de artimañas jurídicas, de posibilidades remotas de que las cosas quizás no hayan sido como pueda parecen a simple vista. Si no hay una certeza casi absoluta, no se puede declarar a alguien culpable.

Cabría destacar las interpretaciones de Henry Fonda, E. G. Marshall y Lee J. Cobb. El título original es «Doce hombres enfadados», aunque quizás sea más adecuada la traducción española. En realidad, son hombres despiadados. El chico parece culpable, pues que pague. En una escena, Henry Fonda le pregunta a uno de ellos, que si fuera él a quien se juzgara, ¿desearía que le culparan sin ni siquiera hablarlo?

Henry Fonda abandona el "filmográfico" Palacio de Justicia

Henry Fonda abandona el «cinematográfico» Palacio de Justicia

Dirección: Sidney Lumet.

Intérpretes: Martin Balsam, John Fiedler, Lee J. Cobb, E. G. Marshall, Jack Klugman, Edward Binns, Jack Warden, Henry Fonda, Joseph Sweeney, Ed Begley, Georeg Voskovec, Robet Webber.

Título original: 12 Angry men.

Año: 1957.

Oscar: 3 nominacioness.

EL PROCESO PARADINE

Gregory Peck, defensor de la Sra. Paradine

Gregory Peck, defensor de la Sra. Paradine

Una  joven y hermosa mujer es acusada de asesinar a su marido por envenenamiento, un viejo coronel ciego. El abogado con el que cuenta es el joven Gregory Peck  que cae locamente enamorado de ella nada más verla. Este es el único motivo por el que cree en su inocencia.

No es una simple película de juicios, hay toda una atmósfera de intriga. No esperábamos menos del maestro del suspense. Hasta el final de la película no sabremos si ella es inocente o culpable. Además de la gran interpretación de Gregory Peck, esta cinta cuenta con tres grandes monstruos del cine: Charles Laughton, Charles Coburn y Ethel Barrymore. Sólo por verlos a ellos merece la pena la película.

El film podría dividirse en dos partes. La primera cuenta la investigación, que realiza el propio abogado en su empeño porque su cliente sea declarada inocente. La segunda es el juicio. Ambientada en Inglaterra, casi todos en la sala llevan sus pelucas y muchos son lores. Bastante diferente de un juicio en Estados Unidos, el juez permite pocas interferencias de abogado o fiscal; ante una protesta de alguno de ellos, el juez pide que no se interrumpa, ya dirá él si es procedente o no.

Paralela al juicio, vemos la historia del abogado y su esposa -consciente ésta de que su marido se ha enamorado de la cliente-, esposa paciente que espera que él vuelva a su lado cuando todo haya pasado.

Creo que la película es algo inferior a las anteriores, pero merece la pena verla.

Haciendo la defensa propia de un enamorado

Haciendo la defensa propia de un enamorado

Dirección: Alfred Hitchcock.

Intérpretes: Gregory Peck, Charles Laughton, Charles Coburn, Ethel Barrymore, Ann Todd y Alida Valli.

Título original: The Paradine case.

Año: 1947.

Oscar: 1 nominación.

TIEMPO DE MATAR

¿Víctima o asesino?

¿Víctima o asesino?

Una vez más nos encontramos ante un caso de injusticia que el perjudicado salda tomándose la justicia por su mano. Nos enfrentamos a un dilema moral. ¿Puede un ciudadano que sabe que no se le hará justicia aplicarla él mismo? En un pueblo de Mississippi, en el sur de Estados Unidos, dos jóvenes blancos violan y golpean salvajemente a una niña negra de diez años. Inexplicablemente, sale con vida pero terriblemente herida. Durante el juicio, el padre, convencido de que van a quedar libres,  dispara a los dos hombres y los mata. Así comienza el juicio al padre de la niña. El juicio es denso, difícil. Al principio, el pueblo contempla horrorizado a ese pobre padre, pero cuando mata a los acusados, todo cambia. Un negro, a pesar de todo, no tiene derecho a matar a unos blancos, a pesar de lo que hayan hecho. En medio de todo este jaleo, aparece el Ku-Klus-Klan para complicar aún más las cosas.

La  película es un alegato contra el racismo, pero no deja de rondarte una pregunta: ¿puede una persona tomarse la justicia por su mano? ¿No debemos esperar que la justicia haga su trabajo, incluso aunque tengamos dudas de que vaya a hacerlo? Decía Castelli: «Cuando la justicia está de una parte, es indecoroso mantenerse neutral» ¿Tenía razón?

Los padres de la niña

Los padres de la niña

Dirección: Joel S. Schumacher.

Intérpretes: Samuel L. Jackson, Mathew Mc Conaughey , Sandra Bullock y Kevin Spacey.

Título original: A time to kill.

Año: 1996.

TESTIGO DE CARGO

Marlene Dietrich prestando testimonio

Marlene Dietrich prestando testimonio

Cuando terminamos de ver esta película, no tenemos muy claro si hemos visto un drama o una comedia, se entremezclan perfectamente los dos géneros.  El histriónico y entrañable Charles Laughton nos hace pasar dos horas intensas, sin pestañear. Realmente, lleva casi todo el peso de la película, creo que eso es lo que le gustaba a él; incluso sin quererlo, consigue eclipsar a actores de un grandísimo nivel, allí donde actúe. La trama de la película es un juicio por asesinato que en principio no sería muy diferente de cualquier otra película con este tema, pero Wilder hace que todo sea otra cosa. Charada y enredo, aunque no hay que confundirse, no es una comedia al estilo Wilder. Marlene Dietrich, muy europea: «Nunca me desmayo porque no estoy segura de caer con elegancia». Sin palabras deja la actuación de Laughton. Exquisita, Marlene Dietrich, y también cabe destacar la actuación de la última interpretación de Tyrone Power, que moriría meses después. Todo ello orquestado por la impecable dirección de Billy Wilder hace que pasar un buen rato sea algo más que divertirse.

Charles Laughton tomando su "medicina"

Charles Laughton tomando su «medicina»

Dirección: Billy Wilder.

Intérpretes: Charles Laughton, Marlene Dietrich y Tyrone Power.

Título original: Witness for the prosecution.

Año: 1957.

Oscar: 6 nominaciones.

LAS DOS CARAS DE LA VERDAD

Edward Norton, una personalidad esquizofrénica

Edward Norton, una personalidad esquizofrénica

El debutante Edward Norton nos demostró que prometía ser un actor de gran calidad en esta película. Y no debutó como figurante, ni siquiera como un aparente secundario. Este muchacho es capaz de llevar él solo esta película en un papel difícil incluso para cualquier veterano actor. Consigue desplazar a la ya estrella Richard Gere, como si le pisara todas las escenas y le convierte en un secundario; difícil tarea. Ganó unos cuantos premios por su actuación -incluso nominación al Oscar- y creo que todos merecidos. Vaya por adelantado mi reconocimiento.

Un chico es acusado del asesinato del arzobispo de Chicago. Se encarga de la defensa Richard Gere, un abogado especialista en casos que le aporten fama y dinero. El caso se presenta tremendamente difícil, todas las pruebas le acusan. Drama judicial en el que se entremezclan fraudes, abusos sexuales, dinero. Veremos lo que es capaz de hacer el abogado con todo este batiburrillo de intereses y crímenes.

No la tengo entre mis películas preferidas, pero se pasa un buen rato. Me parece un buen film.

Richard Gere y Edward Norton, abogado y acusado

Richard Gere y Edward Norton, abogado y acusado

Dirección: Gregory Hoblit.

Intérpretes: Edward Norton, Richard Gere y Laura Linney.

Título original: Primal fear.

Año: 1995.

Oscar: 1 nominación Edward Norton (actor secundario)

CIUDAD SIN PIEDAD

La chica reconoce a sus violadores

La chica reconoce a sus violadores

En un pueblo de Alemania, un grupo de soldados estadounidenses violan a una chica de quince años. Son sometidos a un consejo de guerra. Curiosamente, los habitantes del pueblo reaccionan hostilmente hacia la chica y no hacia los asaltantes extranjeros. A partir de ese momento, una espiral de odio hacia la muchacha va creciendo como una bola de nieve. La víctima es vapuleada doblemente. El abogado de los soldados encuentra en boca de la gente del pueblo todo lo que necesita para presentarla como una chica frívola y en busca de hombres. Un ambiente pueblerino, lleno de envidia, que no soporta la belleza y juventud de la chica, que ni siquiera cuenta con el apoyo de su familia. Verdaderamente, el título está perfectamente elegido.

El abogado, interpretado por Kirk Douglas, es un hombre bueno, que entiende lo que debe estar pasando la chica, que procura que no tenga que declarar; pero también es un magnífico abogado que conoce bien cómo hacer su trabajo. El abogado no duda en ningún momento de la culpabilidad de sus defendidos y propone una condena a trabajos forzados durante veinte años para evitar la pena de muerte y que la chica tenga que declarar. Constantemente asqueado por la acción de sus defendidos y la de todo el pueblo, sacando a la luz trapos sucios.

En definitiva, una muy dura película que deja un poso de amargura, quizás por la verosimilitud de todo lo acontecido. Buena dirección de Reinhardt y estupenda interpretación de Kirk Douglas.

Kirk Douglas es el abogado de los soldados

Kirk Douglas es el abogado de los soldados

Dirección: Gottfried Reinhardt.

Intérpretes: Kirk Douglas, E. G. Marshall, Robert Blake Y Richard Jaeckel.

Título original: Town without pity.

Año: 1961.

Oscar: 1 nominación.

OTRAS PELÍCULAS

Se me ocurren otras muchas películas cuyo argumento gira alrededor de un juicio y que podrían haber formado parte de esta selección, pero el artículo se alargaría casi indefinidamente. Ahí van algunas:

Erin Brockovich (S. Soderbergh, 2000)

Erin Brockovich (S. Soderbergh, 2000)

Legítima defensa (F. F. Coppola, 1997)

Legítima defensa (F. F. Coppola, 1997)

Veredicto final (S. Lumet, 1998)

Veredicto final (S. Lumet, 1998)

El sargento negro (J. Ford, 1960)

El sargento negro (J. Ford, 1960)

Yo confieso (A. Hitchcock, 1953)

Yo confieso (A. Hitchcock, 1953)

Algunos hombres buenos (R. Reiner, 1992)

Algunos hombres buenos (R. Reiner, 1992)

El caso Almería (P. Costa, 1983)

El caso Almería (P. Costa, 1983)

Solo ante la ley (J. Ruben, 1989)

Solo ante la ley (J. Ruben, 1989)

Acusados (J. Kaplan, 1988)

Acusados (J. Kaplan, 1988)

Philadelphia (J. Demme, 1993)

Philadelphia (J. Demme, 1993)

Acción civil (Steven Zaillian, 1998)

Acción civil (Steven Zaillian, 1998)

 Alicia.

16 comentarios

  1. Magnífica reseña. A mí me gustan mucho las películas de juicios,y aunque no he visto todas las que comentas, sí algunas.

    De entre las que sólo nombras yo destacaría «Algunos hombres buenos». Los tres defensores y el coronel Nathan R. Jessup (Jack Nicholson) tienen una actuación muy buena y creo que el interés de la película va increscendo, hasta el momento del interrogatorio al coronel, hecho un poco a la desesperada, gastando el último cartucho.

    Las películas de juicios suelen ser dramáticas, como todas las que has traído al blog, pero hay algunas comedias de juicios que también son muy buenas, por ejemplo «Como matar a la propia esposa», de Jack Lemmon, o «La costilla de Adán», de Herpburn y Tracy.

    Besos.


  2. Tienes razón, @scen, se me ha pasado por alto «La costilla de Adán», una divertidísima película gracias a los dos actores principales, que debían tener una enorme complicidad dentro y fuera del plató, y a la simpática Judy Holliday, que hizo varias películas a cual más divertida. Me he cegado y sólo he comentado dramas.


  3. Otro día podías hacer las comedias, que supongo que también hay un montón.


  4. Gran trabajo el que has hecho para este post. Muy interesante el blog.
    http://erchonydecai.wordpress.com/


  5. Uf reconozco que este es un subgenero, que aunque tiene algunas excepciones que han llegado a gustarme como «Senderos de Gloria» o incluso «Reglas de Compromiso», se me hace muy cuesta arriba y suele invitarme a un sueño reparador que aleje mi mente de tales tribulaciones.

    Pero con todo un gran e ilustrativo escrito sobre los mismos.

    Saludotes


  6. Gracias por los comentarios de todos.
    Korvec, si te valen al menos para tener un sueño reparador, ya cumplen una gran función.
    Saludos. 🙂


  7. Los juicios norteamericanos lucen muchísimo más en las películas que los ingleses, son más espectaculares (entendiéndolo como espectáculo) y enganchan más. Hasta el punto de que nos creemos que su legislación es una legislación universal.
    En el jucio por el 11M, uno de los acusados(creo que fué un acusado)se acogió a no se qué derecho que pretendía tener, y el juez le tuvo que decir que en España no existe tal, que eso es sólo en norteamérica.

    Y eso que los jucios ingleses, con su peluquita y todo (como Laughton), resultan tan monos, pero tienen menos garra. Sin queres menospreciar esta película, tan buena como el libro de su autora.

    Besos.


  8. En el futuro puede que se de la conjetura judicial del cerebro partido: http://masqueperro.wordpress.com/2009/03/26/la-conjetura-judicial-del-cerebro-partido/y la lleven al cine.Saludos.


  9. El enlace bueno que quería poner era este: http://masqueperro.wordpress.com/2009/03/26/la-conjetura-judicial-del-cerebro-partido/


  10. Gracias por tu comentario, Masqueperro. Espero que eso no suceda nunca. Sería una locura que alguien quedara libre porque lo hizo «una mitad de su cerebro». Que vaya a la cárcel sólo una mitad. 🙂


  11. Haces que el Séptimo Arte sea mejor aún con esta reseña.

    Varias de estas películas ya las conocía, pero la presentación las vuelve más interesantes.

    Saludos y un abrazo.


  12. Gracias, Darío. Me alegro de que te haya gustado. Cuando escribo un artículo y veo que no interesa, siento una pequeña frustración.
    Bienvenido, espero volver a verte/leerte.


  13. Alicia, lo que yo quisiera es que te concedieran algún premio a la mejor entrada cinéfila que he leído en tiempo. La de más arriba es muy buena también.

    Felicidades.


  14. Aunque me parece excesivo (a no ser que hayas leído muy pocas entradas cinéfilas), te agradezco el comentario y me alegro de que te haya gustado.

    Un saludo, KC.


  15. Hola yo quiero saber si ustedes podrian ayudarme con una pelicula que vi de chika y me encantó. Quiero volver a verla pero no se quienes actuaban ni como era el titulo de la misma, Les digo algo de lo q recuerdo para ver si ustede sla ubican: Comienza con la imagen de una familia mirando un video del bb que acab de nacer, todos comentan lo parecido al padre que tiene. al cabo de unos años cuando el nino tien unod 4 años la madre del niño le dice al padre que no es el padre. y a partir de alli comienza una guerra jucial por la tenecia del niño. es muy triste el nene recuerdo q era hermoso y re tienito. espero puedan ayudarfme!!!


  16. muy bueno esta reseña, me gusta, felicidades, pero si me gustaría que me ayuden, ando buscando una película que vi, no me acuerdo su nombre ni los protagonistas. solo les comento que es un militar acudado de violación, es un capitan o mayor, no recuerdo, pero el lo niega, contrata al mejor abogado y que al final gana el juicio, pero él lo descubre que si era culpable, el mayor en forma irónica le dice que si y que lo volvería a hacer. por lo que él, sin importarle que traicione su código de guardar el secreto del cliente, lo delata. está muy buena pero no recuerdo cual es y quisiera buscarlo. gracias por su ayuda



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