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Visita a una cabina de proyección

26 octubre 2012

Como parte de las ventajas de pertenecer al «Grupo de amigos» del grupo belga de cines Kinépolis, he podido asistir a una de las visitas guiadas a la cabina de proyección que organizan todos los meses. Para optar a la visita hay que pertenecer al Grupo de amigos y apuntarse en la web, los grupos son reducidos, cinco personas y sus acompañantes, por lo que os tocará intentarlo varias veces, pues seleccionan a los primeros en apuntarse cada mes.

Kinépolis Madrid

Nos recibió en el vestíbulo del cine Roberto Rey, el responsable de cabina de Kinépolis Madrid, que fue nuestro anfitrión durante la visita, nos guió por los pasillos y escaleras ajenos al público hasta llegar a la zona de proyecciones. Digo zona y no cabina, porque en Kinépolis, al igual que en otros multicines, hay un pasillo central con distintos proyectores a ambos lados pertenecientes a las distintas salas. Si habéis visitado Kinépolis Madrid, sabréis que tiene un largo pasillo y que las 25 salas se distribuyen a los lados, en el piso de arriba se reproduce el mismo pasillo, permitiendo tener acceso a todas las salas.

Kinépolis Madrid

Zona de proyección en Kinépolis Madrid.

Roberto comenzó hablándonos de las proyecciones en 35 mm, desde las primeras proyecciones donde el foco de luz eran linternas de carbones, lo que suponía tener un par de solventes operadores y algún ayudante para proyecciones cortas; la introducción en 1950 del uso de lámparas de gas xenón que ofrecían mejor calidad de luz y una mayor duración lo que permitía proyecciones más largas; hasta la llegada del cine digital en 2007, lo que ha permitido reducir los costes considerablemente, aunque los proyectores digitales sean más caros que los de 35 mm.

Kinépolis Madrid

Bobinas con trailers en 35mm.

También nos mostró una película de 35 mm de cerca y nos enseñó como, además de los fotogramas con las imágenes (24 por segundo), la película también contiene varias pistas con los distintos  sonidos, (analógico y digital) y como automáticamente pasa de uno a otro si alguno falla, ya que, aunque el sonido sea digital, el soporte (la película de 35 mm) es analógico y con los distintos pases siempre se pierde calidad.

Kinépolis Madrid

Película de 35 mm (trailer ‘Hotel Transylvania’).

Una película, de una duración estándar, puede medir unos 3 km. de película, que ocuparán unas 7 bobinas que los operadores deben unir de la manera más limpia posible para que los cambios de bobina no sean percibidos por el espectador, tarea que se realiza con una empalmadora.

Kinépolis Madrid

Empalmadora de película de 35 mm.

Mientras se proyecta la película, la parte ya proyectada se va enrollando en una bobina que es necesario rebobinar cuando termina la proyección para dejar de nuevo el comienzo de la película en la parte exterior de la bobina. Antiguamente este proceso era laborioso y delicado y hacía necesario esperar un tiempo entre los distintos pases mientras se rebobinaba.

Kinépolis Madrid

Preparación de la película para su exhibición.

En los años 60 se introdujo el sistema de platos horizontales, donde la película se colocan en torres mecánicas y una vez terminada la proyección no hay necesidad de rebobinar pues ya queda preparada para el siguiente pase, lo que acorta el tiempo entre sesión y sesión. La película se devuelve a la distribuidora una vez ha terminado el periodo de exhibición, en 2013 está previsto que ya no se realicen más copias analógicas.

Kinépolis Madrid

Sistema de platos horizontales.

En cuanto a las proyecciones digitales, es todo más aséptico y frío, hemos ganado en calidad y eficacia, pero se ha perdido la magia, es lo que conlleva la tecnología. Una película en formato digital llega al cine en forma de disco duro, unos 200 Gb en formato ‘dcp’, que es el que reconoce el servidor central. En este servidor se descargan los distintos HD, con las distintas películas y desde un PC, con un software especial, se asigna la sala a cada película, se añaden los trailes y la publicidad, se programa la luz, e incluso se puede iniciar la proyección.

Kinépolis Madrid

Proyector digital.

En Kinépolis programan las proyecciones desde el PC que tienen en la zona de proyección de la sala 25 y suelen comenzar las proyecciones desde el proyector de cada sala, pero quiero hacer notar que con este sistema no es necesario que el operador este en el edificio, ni siquiera en el mismo país. Excepto el volcado al servidor central del cine, el resto de operaciones se pueden hacer en remoto desde cualquier lugar del mundo con un simple acceso a internet. Algo que, me temo, no tardará en llegar.

Kinépolis Madrid

Equipos de amplificación.

El material que contiene el HD de cada película llega al cine encriptado, se proporciona al operador una clave para poder acceder al contenido, una clave que tiene una duración determinada y pasado ese tiempo caduca y no permite que se vuelva a proyectar, a no ser que la distribuidora provea de una nueva clave. Kinépolis posee varios proyectores digitales de 2K, el más avanzado es el de la sala 25, un Texas Instruments de 4K con una calidad de imagen contundente y un manejo sencillo y económico, además de estar preparados para todos los procesos 3D actuales, lo que da al espectador una reproducción de color precisa y un ratio de contraste brillante. De todas formas, esto de las 4K es engañoso, la resolución de una película de 35mm podría equivaler a 8K.

Kinépolis Madrid

Zona de proyección analógica y digital.

Beatriz.

3 comentarios

  1. Interesantísimo documento. Una suerte ver como funciona la cosa entre bambalinas…


  2. ¡Vaya, sí que ha debido de ser toda una experiencia!


  3. Pues si, ha estado muy bien, lo recomiendo a todo el mundo.
    Difícil describir la sensación de asomarse a la sala desde la cabina en plena proyección



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