Déjame entrar («Låt den rätte komma in», 2008)

He visto una de las que sin duda, me ha parecido de las mejores películas del año pasado. Déjame entrar es una película sueca triunfadora en el pasado Festival de Sitges. Está ambientada en la década de los 80 en un pueblecito de Suecia donde la nieve y el bosque son dos personajes omnipresentes en todo el film.

Nos narra una historia de amor entre dos niños, cada uno con sus problemas, y como aun siendo muy distintos prevalece la amistad entre ambos y el amor triunfará, imponiéndose a las diferencias que pudiera haber entre ellos. Esta historia ha sido contada en la historia del cine mil veces, pero esta en concreto tiene una diferencia sutil con las demás, y es que la niña mata a la gente y se la come.

Papá buscando comida para Eli.

Oskar es un niño tímido, retraído, que sufre los abusos de los matones de su colegio, dejando que le peguen y le humillen constantemente. Vive con su madre en un pequeño apartamento y va a visitar a su padre algunos fines de semana. Toda esa timidez que está a flor de piel desaparece cuando rascas un poco bajo la superficie. Oskar colecciona recortes de prensa de asesinatos y homicidas, y sueña con matar a los niños de su clase que le pegan en el colegio.

Este rubito es Oskar.

Eli es una nueva niña que se muda al barrio de Oskar con su quien parece ser su padre. Son una familia muy discreta que no hacen ningún tipo de vida social. Eli ni siquiera va al colegio, ni parece salir de casa. Bajo la apariencia de una niña de doce años, hay una vampiresa que hace años que vive bajo ese aspecto, y que necesita sangre para sobrevivir.

Y esta que parece no haber roto un plato es Eli.

No se trata de una película de vampiros convencional, sino que el tema central sobre el que gira toda la trama, es la historia de amor entre Oskar y Eli, que venciendo sus diferencias lograran comprenderse el uno al otro y aportarse lo que necesitan. Oskar seguridad en sí mismo y Eli alguien que la quiera como es.

El parque, lugar de encuentro de Eli y Oskar.

Déjame entrar es una película tierna y sensible, aunque tiene algunas escenas de carácter más violento, como pudiera esperarse de una pelí de vampiros, pero es que alimentarse es necesario, y es un trabajo sucio. Eso sí, no hay sustos, ni efectos de cámara ni subidas de volumen. Todo se hace despacio y con claridad. La historia es lo suficientemente terrorífica como para tener necesitar trucos baratos.

El hambre es muy mala, y hay que comer.

Me ha gustado muchísimo, y me parece muy recomendable tanto para los que busquen una historia de vampiros, como para los que busquen una historia de amor y amistad. Encontrarán ambas cosas.

¿La dejas entrar?

Título original: Låt den rätte komma in.
Dirección: Tomas Alfredson.
País: Suecia.
Año: 2008.
Duración: 110 min.
Género: Drama, terror., fantástico.
Intérpretes: Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg, Ika Nord, Mikael Rahm, Karl-Robert Lindgren, Anders T. Peedu.
Guion: John Ajvide Lindqvist, basado en la novela de John Ajvide Lindqvist.
Música: Johan Söderqvist.
Fotografía: Hoyte van Hoytema.

César.