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In time (2011)

15 enero 2012

Años después, Andrew Niccol ha vuelto a la ciencia-ficción, género con el que, a finales de los noventa, se nos presento como director y guionista con el muy aceptable film Gattaca. Unos meses después, nos obsequió con un muy buen guion: El show de Truman, dirigida en 1998 por Peter Weir.

Lo posterior en el genero sci-fi fue la fallida Simone, película que sirvió a los críticos para bajarle del altar al que ellos mismos le habían subido antes. Recuperó algo del buen hacer perdido con El señor de la guerra, una sobresaliente sátira sobre la confrontación bélica que será recordada, entre otras cosas, por ser uno de los mejores trabajos que hizo Nicolas Cage durante la pasada década.

Ahora, Niccol nos trae una propuesta que sale de su propia pluma y cuyo punto de partida no podría ser más sugerente.

En el futuro en el que el tiempo es considerado literalmente  dinero y es posible detener el proceso de envejecimiento a los 25 años, la única manera de seguir vivo es ganar, robar o heredar más tiempo. Will Salas (Justin Timberlake), un humilde trabajador, vive su vida minuto a minuto, hasta que una inesperada ganancia de tiempo le permite acceder al mundo de los ricos. Allí conoce a una hermosa joven heredera (Amanda Seyfried), junto a la que tratará de destruir el corrupto sistema en el que unos pocos viven a cuerpo de rey, mientras el resto malvive con el temor de quedarse sin tiempo…

Vivir para siempre y no envejecer ante el paso de los años… caprichos  ansiados desde que existe la  humanidad y que han dado origen a múltiples leyendas acerca de pócimas, fuentes o frutas que podrían conferir tales poderes.

Luchar contra la muerte es una batalla perdida. Retrasar el envejecimiento es algo que, de algún modo sí hemos conseguido alcanzar, aunque sea a base de ungüentos dignos de un falso chamán, laboratorios (todas esas cremas y lociones de conocidas marcas, que usan muchas mujeres y cada vez más hombres) o sometiéndose a las “milagrosas” operaciones de un cirujano plástico (aunque a veces sea para salir hecho/a un espantajo).

¿Pero qué ocurriría si, en un futuro próximo, la ciencia hubiera avanzado hasta el punto de poder quedarnos con 25 años para toda la vida? Pues no hace falta imaginárselo, ya que esto es lo que se nos plantea en In time.

En un mundo en el que la juventud eterna está garantizada al cumplir los 25 años, el tiempo ha pasado a ser el valor más preciado para asegurarse también una vida eterna. Lo decía Franklin, “El tiempo es dinero”, y en In time, los segundos, los minutos, las horas, los días, los años, se han convertido en la moneda de curso legal. Nadie paga en cash sino en tiempo. Todo tiene un “precio”, y el coste para una vida sin prisa, sin estrés… vamos relajada, es muy alto.

Will Salas vive en su barrio, trabajando para ganar el tiempo posible que le permita seguir en pie a la mañana siguiente. En los barrios opulentos, separados por fronteras, otros viven con la tranquilidad de saber que disponen de cientos, e incluso algunos magnates con miles de años para su disfrute. En el mundo de Will, la gente vive frenéticamente, mientras que en el de los ricos no existe mayor preocupación que la de decidir en qué gastarse todos esos años que tienen acumulados (la realidad supera la ficción$).

Un día la diosa fortuna se le presenta a Will, y le da la oportunidad de acceder a esa vida de lujos cuando un extraño al que ayuda a escapar, le regala todo un siglo. Con tanto tiempo por delante, Will trata de disfrutar de los placeres y opulencias de su nuevo status cambiando de barrio. Sin embargo, este sistema de vida tiene un control muy férreo, en el que nadie puede pasar de la pobreza a la riqueza de la noche a la mañana. Los llamados Guardianes del Tiempo, capitaneados por un implacable Cillian Murphy, controlan que todas las líneas de tiempo estén correctas, y andan tras la pista de Will, el “nuevo rico”.

Acorralado, nuestro protagonista trata de evadir a sus perseguidores, al mismo tiempo que lucha por desmoronar todo el sistema. En su fuga hacia delante Will arrastra a Sylvia Weis, la hija de un multimillonario a la que secuestra.

A medida que Will (niño pobre) y Sylvia (niña rica) pasan más tiempo juntos, la relación pasa de ser un secuestro a una unión de fuerzas para luchar contra el sistema. Y es aquí cuando la película empieza a perder fuerza e interés.

 

Lo que empieza como un film muy interesante acaba convirtiéndose en una mezcla entre “Bonnie & Clyde” y “Robin Hood”, con mucha persecución sin sentido, muchos robos y regalo de minutos sin profundizar en la trama. En su defecto, nos endosan otra historia más de niño pobre y niña rica, que se enamoran cuando el destino les junta y les hace darse cuenta de que ninguno es feliz con la vida que lleva.

Encima nos incrustan un poco de acción, la cual nos resulta infumable (incluso chapucera, como la  del accidente en la huida, vamos hombre…), alguna vacilada por parte del héroe (Will vs los ladrones en su último enfrentamiento), esta sí me parece bien llevada y una sucesión de acontecimientos que cada vez nos despiertan menos interés.

Los buenos detalles iniciales (la forma de pago, el hecho de que todos tengan la misma joven apariencia sin importar la edad que realmente tengan…) van languideciendo cuando descubrimos la falta de coherencia de la historia. Y es que siendo el tiempo en el futuro el dinero de nuestro presente, resulta alucinante que sea tan fácil tomarlo prestado.

Resulta curioso que aquello que más valor tiene sea tan fácil de arrebatar (esto queda ejemplificado con el grupito de choricetes de barrio que roban a quién se le ponga por delante con sólo un movimiento de brazo, o la facilidad con la que transferirse minutos desde un coche policial sin ningún tipo de sistema de verificación de identidad de huella, retina…). También choca que de un sistema de vida tan avanzado se pase a algo tan rudimentario como la fuerza de cada uno (de ahí lo de los pulsos), es algo que “canta” bastante.

Da igual, eso es lo de menos, pues como ya he dicho, el cariz  que toma el film a partir del secuestro de Sylvia (encarnada por una atractiva Amanda Seyfried) se va ensombreciendo  fotograma a fotograma. Las posibilidades que tenía la película de convertirse en algo grande eran muy altas y al final se quedan en un pasatiempo para ver y, perdonadme, ni para recomendar en una tarde lluviosa (comentario sobre Acero Puro de César).

Niccol no termina de decantarse, ni por el thriller futurista ni por el drama romántico o de acción, y pierde credibilidad conforme avanza el metraje.

La verdad es que tiene muy mal planteamiento y una historia con  unos conceptos como la crítica al culto a la belleza, a la juventud, al sistema capitalista, a la división de clases sociales, realmente interesantes con los que poder jugar sabiamente… pero creo que Niccol no ha encontrado ni la trama, ni los  personajes que sirvan para ello.

Nacer con un reloj en la muñeca daba para mucho más que para una película con guapa pareja de fugitivos roba-bancos.

Tenias razón @scen decepciona… y bastante.

Titulo original: In time.
País: Estados Unidos.
Duración: 109 min.
Año: 2011.
Director: Andrew Niccol.
Productores: New Regency Pictures, Regency Enterprises, Strike Entertainment.
Guionistas: Andrew Niccol.
Actores: 
Justin Timberlake, Amanda Seyfried, Vincent Kartheiser, Cillian Murphy, Johnny Galecki, Olivia Wilde, Alex Pettyfer, Matt Bomer, Rachel Roberts, Elena Satine, Yaya DaCosta, Emma Fitzpatrick.
Género: Ciencia Ficción, thriller.

Jose.

15 comentarios

  1. Tienes mas razón q un santo no es lo q podría haber sido.
    Saludos


  2. Sandra no entiendo bien tu comentario……… por cierto no santo no soy ,jaja,repitemelo cuando puedas.
    Un saludo.


  3. como siempre, jose, eres un fenómeno…
    sigue escribiendo que tus seguidores están ávidos de leerte.
    (yo entre ellos)
    Danny


  4. Tal y como explicas en tu articulo se podría esperar mas de esta película. Es muy incoherente en el desarrollo,carente de fuerza los personajes , ir a verla ha sido perder 20€. Casi mejor antes te leo que aciertas y describes muy bien lo que nos vamos a encontrar. Felicitaciones. Saludos


  5. Ooops!! yo que pensaba ir a verla……


  6. Sí, yo también esperaba más, aunque no sé por qué, siendo una peli de Timberlake…


  7. La verdad es que es peder TIME el ir a ver esta ralladura.


  8. Lo mejor de la peli las actices como se lo montan para estar a la carrera, disparando, saltando….. y no despeinarse.
    Como ya decia Maria Isabel Antes muerta que sencilla


  9. […] y en el año 2169 sigue teniendo un aspecto parecido. Así podíamos ver a los protagonistas de In time recorrer las distintas fronteras de una distópica ciudad de Los Ángeles y, un poco creíble, […]


  10. […] personas que le presta su sofá y con la que tuvo una relación en el pasado, Justin Timberlake (In time) es el marido de ella, un cantante con más suerte que Davis. El gran John Goodman y Garrett […]


  11. […] red social (The social network, 2010), Con derecho a roce (Friends with benefits, 2011), In time (2011), Bad teacher (2011) o A propósito de Llewyn Davis (Inside Llewyn Davis, […]


  12. […] Timberlake (In time) como Sean Parker, un tipo con magnetismo y carisma que supo llevarse a Zuckerberg a su terreno e […]


  13. […] como Roseanne y Blossom, respectivamente. En el cine hemos visto a Johnny Galecki en Hancock e In time, mientras que Mayim Bialik dejo la interpretación después de finalizar su serie para obtener […]


  14. […] del ron) y el ya nombrado Anton Yelchin. Destacar el brillante trabajo de Justin Timberlake (In time) que da a su personaje la intensidad y la credibilidad necesaria. Me sorprendió mucho la […]


  15. […] Niccol (Gattaca, In time) escribió y coprodujo El show de Truman, una sátira de ciencia ficción dirigida por Peter Weir […]



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