Anatomía de una caída («Anatomie d’une chute», 2023)

La ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2023 fue Anatomía de una caída, un thriller judicial francés dirigido por la cineasta Justine Triet que también coescribrio el guion junto a Arthur Harari. La película arrasó en los Premios César de 2024, ganando en seis categorías (incluyendo mejor película, director, guion original y actriz principal). También recibió cinco nominaciones en los Premios Óscar (incluyendo mejor película), siete nominaciones en los Premios BAFTA (ganando a mejor guion original), cuatro más en los Globos de Oro (ganando a mejor guion y película en lengua extranjera) y en los Premios Goya fue galardonada como la mejor película europea. Entre otros tantas nominaciones y premios.

Sandra, su marido Samuel y su hijo Daniel, de once años y con discapacidad visual, se acaban de trasladar a una cabaña en medio de los Alpes franceses. Cuando Samuel muere después de una caída desde el segundo piso, los investigadores descartan el accidente pero no consiguen determinar si fue suicidio o un homicidio. Cuando sale a la luz la grabación de una pelea entre la pareja, Sandra es detenida y juzgada por asesinato. Un juicio en el que su hijo Daniel será una pieza clave.

Oppenheimer (2023)

Christopher Nolan se aleja del cine metafísico que tanto le gusta para ofrecernos un thriller biográfico sobre el físico teórico J. Robert Oppenheimer, líder del Proyecto Manhattan que creó las primeras armas nucleares. Está basada en la biografía publicada en 2005 por Kai Bird y Martin J. Sherwin titulada American Prometheus. Nolan lo convierte en un drama judicial al usar la audiencia de seguridad a la que fue sometido el científico en 1954 para hacer un repaso de su historia personal y profesional. La cinta ha recaudado más de 950 millones de dólares en todo el mundo, situándose como la tercera más taquillera de 2023.

En el año 1926, con veintidós años, J. Robert Oppenheimer completa su doctorado en la Universidad de Cambridge y amplía sus estudios en universidades de Alemania y Suiza donde conoce a otros científicos europeos que le descubren la física cuántica. De regreso en Estados Unidos empieza a dar clases en universidades californianas introduciendo sus conocimientos sobre física cuántica. En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial es reclutado por el ejército para liderar el Proyecto Manhattan con el que pretenden crear una bomba atómica usando la fisión nuclear descubierta recientemente. Las conexiones de Oppenheimer con el Partido Comunista, del que formó parte su mujer en su juventud y al que estaba afiliado su amante y su hermano, le traerá problemas a lo largo de los años para conseguir las credenciales de seguridad que le permitan desarrollar su trabajo.

She-Hulk: Abogada Hulka («She-Hulk: Attorney at law», serie de TV, 2022)

En febrero de 1980 aparecía por primera vez el personaje de She-Hulk en el cómic The Savage She-Hulk #1, escrito por Stan Lee y con dibujos de John Buscema. Más de 40 años y diversas apariciones en series y películas de otros personajes Marvel, She-Hulk consigue ser la protagonista de su propia serie de televisión, la octava del Universo Cinematográfico Marvel que comparte continuidad con las películas de la franquicia y lleva por título (en español) de She-Hulk: Abogada Hulka. Nueve episodios de unos 37 minutos de duración que ya están disponibles en Disney+.

Jennifer Walters es una abogada de unos treinta años que trabaja en la oficina del Fiscal del Distrito. También es prima de Bruce Banner y estando de excursión con él sufre un accidente y se contamina con su sangre. Ahora tiene habilidades parecidas a las de Hulk, se vuelve más fuerte si se enfurece, puede hacerse más grande y más fuerte a voluntad, pero siempre conserva su personalidad, inteligencia y control emocional. Cuando su nueva condición se hace pública, Jen es despedida de Oficina del Fiscal. Incapaz de encontrar otro trabajo de abogada acepta una oferta de GLK&H para llevar la división de derecho sobrehumano donde la exigen ser Hulka todo el tiempo que represente al bufete.

La chica salvaje («Where the crawdads sing», 2022)

Olivia Newman acaba de estrenar la adaptación cinematográfica de la exitosa novela de Delia Owens. En ella, se cuenta la historia de Kya Clark, una niña con mala suerte que ha de criarse desde bien pequeña sola en las marismas de Carolina del Sur. El aislamiento con el que se desarrolla hace que el resto del pueblo la margine, al mismo tiempo que inventan historias de lo más inapropiadas sobre ella. Cuando una personalidad del pueblo aparece muerta, Kya es la principal sospechosa.

Me encantaría empezar la crítica estableciendo el género del filme pero durante la proyección podemos ver hasta tres tramos en los que claramente cambian las preferencias de la narrativa. Al principio todo apunta a ser un thriller en el que el espectador irá sabiendo la verdad según se desarrolla el juicio, después el pleito deja de importar para centrarse única y exclusivamente en las historias románticas y, por último, el drama se apodera del guion.

The mauritanian (2021)

La experiencia real de Mohamedou Ould Salahi, que pasó catorce años detenido sin cargos en la prisión militar de Guantánamo, se recogió en el libro de memorias titulado Diario de Guantánamo publicado en 2015. Una serie de cartas que el prisionero mauritano escribió a su abogada estando detenido y que pasaron la censura de los funcionarios de inteligencia estadounidenses. Se trata de una coproducción entre Reino Unido y Estados Unidos, dirigida por Kevin Macdonald (Mi vida ahora) que acaba de ganar un Globo de Oro a mejor actriz de reparto (Jodie Foster) y ha conseguido cinco nominaciones en los Premios BAFTA, incluida mejor película.

Mohamedou Ould Salahi es detenido en Mauritania en noviembre de 2001 como sospechoso de haber reclutado para al-Qaeda a los autores materiales del 11-S. En agosto de 2002 lo trasladaron a la prisión militar de Guantánamo, donde fue sometido a interrogatorios abusivos y tortura. La abogada Nancy Hollander se entera de su caso y se ofrece a defenderle con la ayuda de su asociada Teri Duncan, solicitando un hábeas corpus para impugnar su detención. Un proceso que se alargó durante varios años en los que Salahi permaneció detenido sin cargos ni juicio.

Adicto («Puncture», 2011)

En 1988, los abogados Mike Weiss y Paul Danziger intentaron llevar a juicio a la organización de compras grupales (GPO) de suministros hospitalarios que se negó a comprar unas jeringuillas retráctiles, más caras y seguras, que había patentado su cliente. Se produjeron varias muertes relacionadas con la investigación a la GPO, un caso que se resolvió años más tarde con un acuerdo y una cifra millonaria. Los hermanos Adam y Mark Kassen debutan en la dirección con Adicto (Puncture), basada en esta historia real, co escrita por el propio Danziger que se estrenó en el Festival de Tribeca.

Los jóvenes abogados Mike Weiss y Paul Danziger deciden aceptar el caso de una enfermera de urgencias que se ha contagiado de SIDA tras un pinchazo accidental en urgencias. La enfermera les enseña una jeringuilla retráctil de seguridad, inventada y patentada por un ingeniero amigo suyo que no consiguió que ningún hospital del grupo United Medical se las comprara, con lo que se hubiera evitado su accidente y tantos otros más que se producen. Los modestos abogados aceptan el caso contra United Medical que cuenta con un poderoso equipo legal. Pronto se dan cuenta que el sistema de suministros médicos está controlado por un monopolio que hará todo lo posible para continuar con sus suculentos beneficios.

Better call Saul (Serie de TV, 2015-2022)

La semana que viene se estrena la tercera temporada de Better call Saul, así que es el momento perfecto para repasar lo que han dado de sí las dos primeras temporadas de esta serie que nació bajo el amparo de la exitosa Breaking bad. Vince Gilligan junto a Peter Gould (guionista que introdujo el personaje en la serie original) son los responsables del proyecto de la cadena estadounidense AMC que en España se ha podido ver en Movistar Series y Netflix. Diez episodios por temporada de unos 50 minutos de duración que nos trasladan de nuevo al universo de Breaking bad.

Better call Saul se trata de un spin-off, pero también de una precuela ya que la trama arranca en 2002, seis años antes de los acontecimientos narrados en Breaking bad, cuando el abogado Saul Goodman aún se llama James Morgan McGill, un buscavidas al que apodaban «Jimmy Resbalones» que decide poner orden en su vida y estudiar derecho como su hermano mayor Charles McGill Jr. Al igual que su predecesora, la serie ha recibido numerosas nominaciones entre ellas catorce a los Premios Emmy, siete a los Premios WGA, cinco a los Critics’ Choice Television Awards y una a los Globos de Oro. A partir de aquí puede haber algún ligero spoiler, prometo que nada excesivamente grave.

Ted 2 (2015)

El éxito de crítica y público que supuso Ted en 2012, con un Oscar de la Academia incluido, garantizó una secuela de la que es responsable el mismo equipo de guionistas (Seth MacFarlane, Alec Sulkin y Wellesley Wild) y que cuenta de nuevo con Mark Wahlberg y su «compitrueno», el irreverente oso Ted. Esta vez la historia pretende ser algo más trascendente, aunque sigue siendo igual de políticamente incorrecta.

Ted y La Vane por fin se han casado, aunque su amigo John está algo triste ya que se divorció de Lori hace seis meses. Una año después, el matrimonio de Ted parece llevar el mismo camino. Un amigo le sugiere que tenga un hijo, así que después de consultarlo con La Vane deciden tenerlo, por lo que Ted y John buscan al donante de semen perfecto. Primero lo intentan con Sam Jones (Flash Gordon), después con el jugador de fútbol americano Tom Brady, hasta que John se ofrece voluntario, pero tampoco sale bien.

El juez («The judge», 2014)

Hank Palmer (Robert Downey Jr.) es abogado de éxito en Chicago que tiene que regresar a su localidad natal en Indiana cuando fallece su madre. Allí se reencuentra con sus hermanos Glen (Vincent D’Onofrio) y Dale (Jeremy Strong) y con su padre Joseph (Robert Duvall) que lleva cuarenta años ejerciendo como juez en la localidad y cuya relación con Hank es prácticamente nula. Después del funeral Hank pretende regresar a la ciudad, pero tiene que quedarse pues su padre ha atropellado a un tipo y es acusado de asesinato.

Admito que el guion no es muy original, sobre todo la primera parte, un abogado arrogante y chulesco (no podía ser de otra manera si lo interpreta Robert Downey Jr.), al que sólo le preocupa la cuenta corriente de sus clientes y no la ley, que descuida a su mujer y esta termina por tener una aventura y que tiene que volver a su ciudad natal, a la que lleva años sin regresar y enfrentarse a todo eso que lleva años queriendo olvidar. Una historia muy trillada, que parecía por momentos la versión masculina de Agosto, sin embargo, un accidente en el que se ve implicado el patriarca y que termina convirtiéndose en una acusación de asesinato le aporta a este drama familiar un componente judicial que funciona muy bien.

Matar un ruiseñor («To kill a mockingbird», 1962)

El 25 de diciembre de 1962 se estrenó en Los Ángeles la película Matar un ruiseñor, basada en la novela del mismo titulo escrita por Harper Lee y ganadora del Premio Pulitzer de 1960. Acaban de cumplirse 50 años de esa primera proyección, de una cinta que es más que un clásico, es una autentica obra maestra.

La historia está contada desde el punto de vista de Scout Finch (Mary Badham), una mujer adulta que recuerda su infancia y la de Jem (Philip Alford) su hermano mayor, en 1932 (la época de la Gran Depresión) en Maycomb, en el estado sureño de Alabama, en un periodo de dos años en el que sus vidas sufrirán profundos cambios, pasando de niños inocentes y despreocupados a descubrir los conflictos raciales vigentes en aquella época, ya que comprobarán de primera mano el odio racial cotidiano que les rodea, lo que les hará madurar dolorosamente. Su padre, Atticus Finch (Gregory Peck), es un honesto abogado y un ciudadano muy respetado en la ciudad que acepta ocuparse de la defensa jurídica de Tom Robinson (Brock Peters), un campesino negro acusado de violar a una joven blanca. Los habitantes de la ciudad tratan de disuadirle para que se retire del caso, ya que es evidente que el acusado será declarado culpable, pero Finch está decidido a seguir adelante a pesar de las consecuencias que pueda acarrear para su familia.